
Planes Ecofriendly: ¡Pon a punto tu bici para la primavera!
Con la bici, como con cualquier material, hay que seguir tres simples reglas [1] conservar, [2] mantener y [3] observar/verificar. Y, si lo que quieres es que tu bici esté lista en primavera, lo primero que debes hacer es conservarla bien.
Pero… ¿cómo conservar bien la bici? Estas pautas seguro que te ayudarán:
- Lo primero y principal es guardar la bici al resguardo de los rigores del invierno. A ser posible, no almacenarla en la terraza ni en zonas a la intemperie. Preferiblemente, meterla en casa. Si ello no es posible, es imprescindible cubrirla con un plástico o lona.
- Muy importante: dejad los cambios de la bici en la posición de menos tensión. Esto significa bajar tanto el plato como los piñones a los más pequeños. De este modo, tanto los muelles del desviador delantero como del trasero estarán en posición de reposo. Así los muelles que controlan los cambios delanteros y traseros no se elongan gratuitamente y durarán mucho más haciendo bien su función.
- Presión de ruedas. Una opción es sacar el aire de las ruedas. Otra es mantenerlas con presión. Si vais a dejar la bici sobre el suelo, mi consejo es que las mantengáis con presión: así no se deforman. Si, por el contrario, vais a dejar la bici colgada de un soporte, podéis vaciarlas. Pero mucho cuidado: si la bici se guarda en el exterior, los neumáticos tienden a degradarse/agrietarse, y ello degenera en peligro de reventón posterior.
- Tampoco está de más pegarle un buen lavado para limpiarla de barro y suciedad. Muchos barros contienen sales que tienden a corroer sus componentes. Pero, ojo: hay que evitar arrojar flujos de agua directos sobre los ejes de rueda, dirección y pedalier. Ello puede desalojar la grasa que se aloja allí.
Y… ¿cómo mantenerla?
Quizá el intervalo entre el invierno y la primavera, especialmente cualquiera de esos días de tiempo horroroso donde llueve o nieva, es el momento para verificar que nuestra bici está en condiciones y, si corresponde, efectuar su mantenimiento. Por ejemplo:
- Si el cambio iba «duro», es tiempo de reemplazar cables y/o fundas.
- Si los frenos iban mal, es tiempo de cambiar las zapatas o pastillas.
- La cadena (esa gran olvidada): quizá sea el momento de engrasarla o reemplazarla.
- O quizá ya sea tiempo ya de engrasar los bujes… Y un largo etc.
Con esto indicamos que esto es simplemente un mantenimiento básico, pero si te ves perdido/a, lo mejor es acudir a un profesional para que se asesore.
Y… ¿en qué consiste la observación/comprobación? No te preocupes, aquí te lo aclaramos:
Cuando llegue la primavera, es el momento de probar que nuestra bici anda en condiciones.
Antes de lanzarnos a aventuras mayores, realizar un corto paseo y verificar:
- Que las ruedas mantienen la presión y no la pierden.
- Que las ruedas ruedan bien y no hay irregularidades en ellas.
- Que frene bien, con suavidad.
- Que los desviadores de cambio delanteros y traseros funcionan correctamente.
- Que no hay ruidos extraños que antes no sonaban.
Si todo esto está en orden: a disfrutar de tus aventuras en bici y a pasarlo genial con tus familiares y amigos.
Autor: Francisco Parra Moyano
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